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Variaciones sobre la Erosión

La imagen es de origen documental. Proviene de un periódico amarillista del sur de Colombia llamado El Extra, en que los enfrentamientos entre las fuerzas militares y las fuerzas insurgentes son registrados de manera cruda, descarnada. Sin embargo ésta imagen guarda una poética especial, que a mi parecer consiste en la armónica composición en que los cuerpos yacentes sugieren una atmósfera más cercana al sueño que a la muerte.

 

Los abatidos en ésta ocasión no presentan la cruda gramática de la guerra impuesta sobre el cuerpo a través de los cortes, el desmembramiento, la reconstrucción que le hace un aparato simbólico dentro de la guerra. En éste caso, los cuerpos no han sucumbido, sino que más bien están en medio de un reposo, un sueño profundo, como el impuesto por dios a los Durmientes de Éfeso.

 

La relación dialéctica entre el sueño y la muerte me hace considerarla desde la ambigüedad. Pienso que probablemente se trate de una puesta en escena, una imagen construida para mostrar un espectáculo sobre el conflicto, generar una opinión, y así una manipulación de la realidad desde la lógica de los medios de comunicación. La imagen en éste sentido se sitúa entre la frágil frontera de la ficción y el documental.

 

El carácter ambiguo también es detonado a través de la reconstrucción de sus valores temporales. En éste sentido, me interesa el paso de la imagen documental (entendida desde su velocidad) hacia una imagen construida a partir del dibujo sobre lienzo de gran formato (entendida desde su lentitud), escalas reservadas a los héroes y que al mismo tiempo nos enfrenta ante un anonimato. En segundo término busco propiciar una sucesión de gestos entre los lenguajes plásticos: dibujo digital (trama de semitonos), su impresión y posterior frotagge sobre el lienzo, y su dibujo final con acrílico negro, como una intención por construir una simulación desde la elaboración misma de la imagen, que a su vez se vuelva hacia un problema sobre los procesos de percepción.

 

Entiendo la imagen desde su condición de simulacro que no solamente se da en términos dialectos vida-muerte, sino que también en la manera en que la deconstruyo en dibujo digital, que luego es simulado manualmente, como si se tratase de un simulacro en doble vía, una pregunta constante sobre los límites entre la ficción y lo documental. Se trata en fin de una imagen que problematiza nuestros procesos sobre la percepción de lo real: sobre qué vemos, qué consumimos y procesamos como verdadero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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